maquinacoser

 

 

 

 

 

 

 

 

Escribí esta sátira a manera de cuento en otro blog, espero les guste.

Los editables, el patrón de la Modista y la receta del Chef

El día lunes la Señorita López salió temprano de casa, justo después de tomar el desayuno.  De inmediato se dirigió al atelier de su modista. Habían quedado de juntarse a las nueve en punto.  Fue recibida a esa hora por la costurera con un hermoso vestido de fiesta a la medida, dos semanas antes lo había solicitado.  Se lo probó, y quedo sumamente satisfecha.  Pagó por el vestido y continúo con su camino.

Al salir encontró un tráfico espantoso y rodando a vuelta de llanta por la ciudad, le llegaron las doce y con la hora el hambre, así que decidió pasar a su restaurante favorito.  El chef Chulet había preparado una exquisitez.  Devoró los sagrados alimentos y contenta se levanto de la mesa directo a la caja para pagar, no sin antes pasar a la puerta de la cocina para felicitar al creador.

Por último tenía planeado pasar con su diseñador gráfico, 24 horas antes le había solicitado un pequeño anuncio de invitación para subirlo a facebook.  El diseñador lo tenía listo, lo vieron juntos en el monitor y ella quedó encantada.  Sacó de su bolso una memoria USB, copió el archivo útil para facebook, le pagó al diseñador y se fue más que contenta.

Al llegar a casa encontró visita.  Su primo que acaba de graduarse de diseñador gráfico ha venido a verla. Platican y sale a conversación que acaba de hacerse un anuncio.  —Veámoslo, le dice su primo.  Al verlo él le dice: — mira acá yo le cambiaría esto, le subiría esto y no le pondría ese color sino este otro.  Pídele los archivos editables al diseñador y verás que yo  te hago algo mejor, para tal cosa no se necesita nada más que una computadora y un programa de diseño.

Diciéndole eso estaba cuando su prima Dora quien acababa de regresar del extranjero donde aprendió costura de alto nivel, tocó a la puerta.  Al entrar de inmediato vio el vestido que aún estaba sobre el sillón. — No te vas a poner eso prima, a eso le falta mucho que hacerle, yo le quitaría  esto, le agregaría acá algo y le ajustaría esta parte.  Pídele a la modista el patrón y verás que yo te lo hago mejor, para eso solo se necesita una máquina de coser, hilo y unas buenas tijeras.

Nuevamente tocaron a la puerta y al abrirla López reconoció a su Tía, una señora muy apreciada en aquella casa porque siempre que llegaba llevaba consigo algo de comer.  Y hablando de la comida estaban, cuando contó su experiencia del medio día en el restaurante.  La Tía haciéndose agua la boca le dijo, pídele al chef la receta y verás que yo la mejoro.  Para eso no se necesita más que una estufa, una buena olla y algo de sazón.

López confundida decide llamar al diseñador, a la modista y al chef.

—Dígame, le contestó la modista. —Soy la Señorita López, la llamó solo para informarle que  mañana temprano paso por el patrón del vestido que me entregó hoy, se me olvidó pedírselo cuando estuve con usted.  Con gusto se lo tendré listo mañana temprano, para eso solo necesita traerme un cheque que sume el 600% del valor del vestido.

Molesta colgó y prosiguió a llamar al diseñador gráfico.  Soy la Srita. López, hoy que estuve con usted se me olvidó pedirle de una vez el archivo editable, mañana paso temprano por él.  —Muy bien, contestó el diseñador, con gusto le tendré un CD quemado, para eso solo necesita traerme un cheque por el 200% del valor del anuncio.  López volvió a enfadarse y colgó.

Por último, llamó al Chef y le dijo.  Soy la Srita. López, mañana paso con usted para que me de la receta del plato que preparó hoy, cuando estuve por allá se me olvido pedírsela.  Después de un minuto de silencio el Chef le le dijo —Con mucho gusto venga por ella, para eso solo necesita pasar sobre mi cadaver y después con algo de suerte poder abrir mi caja fuerte.